Una de las importancias de la arquitectura es poder representar la época en la que se desarrolla una construcción y así ser un reflejo “viviente” para las posteriores generaciones. Sin embargo, a veces puede pasar que esos principios no son bien reflejados para algunos expertos, como pasó con el famoso edificio de Telefónica en Santiago de Chile.
Un artículo de Tech Insider dio cuenta de lo ocurrido con la obra llevada a cabo en 1993 por Mario Paredes. Aquel rascacielos, que ha sido símbolo de la capital del país sudamericano, fue criticado por el medio, el cual señala que está pasado de moda y que “sus diseñadores con forma de teléfono no podían ver más allá de los 90”.
El medio detalla que su imagen recuerda a la de un celular clásico de los años 90, lo cual podría entenderse y tener coherencia (en vista de que alberga las oficinas de una operadora telefónica), pero que es puede servir de aprendizaje para futuros arquitectos en no repetir este camino.
El diseño de la Torre parecía una buena idea en ese momento. En esos años, los teléfonos con forma de caja se consideraron los móviles más innovadores, ya que eran tan pequeños que podrían caber en tu bolsillo. Pero en el siglo 21, el rascacielos es ahora un poco una monstruosidad vergonzosa (aunque nostálgica). Que sirva probablemente de lección para que los arquitectos no diseñen estructuras permanentes para parecerse a piezas con la rápida evolución de la tecnología.
Llamativa crítica que no deja de ser precisa, aunque el famoso edificio seguirá siendo un símbolo de Santiago.
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