Hubo un tiempo en que las algas gigantes dominaron la costa este de la isla de Tasmania, en la Mancomunidad de Australia. Sin embargo todo cambió con el tiempo y hoy son escasas. Esto ha llevado a tomar varias acciones científicas.
Las algas de esa zona han sido el esqueleto principal en la formación de ecosistemas aledaños, pero desafortunadamente han desaparecido en un 95%. Estos verdaderos los bosques submarinos se han estresado en los últimos años debido al calentamiento del océano, la urbanización y la contaminación, reduciendo considerablemente su precencia.
Las grandes responsables han sido olas de calor que han eliminado kilómetros de vegetación submarina e indudablemente la acción humana. El Dr. Cayne Layton, de Instituto de Estudios Marinos y Antárticos, estudió recientemente los efectos de la disminución de la densidad de algas y mencionó que están tomando medidas.
Él junto a su equipo hizo un estudio donde incluyó los resultados de la construcción de 28 arrecifes artificiales en la costa este de Tasmania (se publicó recientemente en la revista PLOS ONE). Tal como mencionó ABC Australia, se dieron cuenta de varias cosas interesantes:
“Las algas juveniles no funcionan tan bien. porque las algas adultas ayudan a cambiar el entorno para los jóvenes”
Sin embargo, los expertos no están del todo desilusionados y son optimistas de volver a poblar la zona, si se toman en serio ciertos factores.
“El 5 % restante parece saludable. Esperamos que representen genotipos o poblaciones que sean más tolerantes con aguas cálidas (…) Podríamos salir y plantar algas gigantes ahora, pero si no intentamos adaptarlas a las aguas más cálidas, morirán en el corto plazo porque el agua está demasiado caliente en este momento”.
El científico concluyó mencionando que realmente necesitamos controlar las emisiones de carbono para tener efectos positivos a largo plazo en los ecosistemas.
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