La ayahuasca o yagé es una bebida que los pueblos indígenas del Amazonas llevan tomando cientos de años. Tradicionalmente se ha usado para realizar rituales religiosos y procesos de sanación. Sus efectos para la desintoxicación del cuerpo, así como supuesta limpieza espiritual y sus efectos psicoactivos le han hecho tomar una creciente popularidad en las últimas décadas.
Gracias a la atención que ha recibido, numerosos científicos han tratado de estudiar a detalle la ayahuasca. Por ejemplo, antropólogos buscan entender el significado de esta en las comunidades o psiquiatras han tratado de determinar cómo su consumo afecta la mente de una persona.
Pero la ayahuasca no solo ha llamado la curiosidad, sino que también ha generado muchos mitos a su alrededor. Se ha dicho que consumirla reiterativamente podría generar efectos negativos en la estabilidad emocional y en el organismo. Se ha dicho inclusive que la experiencia que genera provoca la adicción a otros alucinógenos.
Por eso un grupo de investigadores de International Center for Ethnobotanical Education, Research, and Services (ICEERS) decidió averiguar si esta bebida resultaba de alguna forma dañina. Para ello encuestaron a un grupo significativo de personas que lo han consumido para dar su testimonio. Los resultados de su estudio fueron publicados en Journal of Psychoactive Drugs.
Desmintiendo mitos
Fueron 380 las personas encuestadas en el estudio. Este, realizado en España, les preguntó por su salud, el índice de masa corporal, enfermedades crónicas, calidad de sueño, etc. Además, se les preguntó cómo por su estado de salud y emocional reciente.
Así, un 96,6% de los encuestados describieron su salud como “buena”, “muy buena” o “excelente”. Por otro lado, un 43,7% informó que estaba “feliz” y un 39,2% se consideró “muy feliz”. Adicionalmente un 7,5% señaló estar “inmensamente feliz”.
El grupo no tenía ninguna condición que resaltara por encima del público no consumidor. De hecho, solo un 7,4% de ellos reportó tener niveles altos de colesterol o presión arterial. Mientras tanto, un 47% de los encuestados mencionó haber visitado el médico entre una y tres veces en los seis meses anteriores. Solo un 19% había ido al psiquiatra en ese mismo periodo de tiempo.
Cabe aclarar que todos los participantes bebieron ayahuasca al menos entre una y 10 veces en su vida. Sin embargo, un gran cantidad (29,7%) admitió haberlo hecho más de 100 veces. Uno de los autores, Jose Carlos Bouso, comentó sobre los resultados del estudio:
“Los usuarios regulares de ayahuasca tienen una buena salud general, muestran estilos de vida saludables y estrategias de afrontamiento, o muestran niveles adecuados de apoyo social y participación en actividades culturales (…) Estudiamos en el pasado los efectos neuropsiquiátricos en usuarios de ayahuasca a largo plazo y no encontramos ningún trastorno”.
Dentro de su reflexión, el experto señaló que la ayahuasca podría empezar a verse en la sociedad como una práctica tradicional. Su uso en contextos controlados podría no representar amenaza alguna para los demás.
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