Un nuevo episodio en el escándalo surgido a partir del chantaje por posible publicación de fotos íntimas de Jeff Bezos trasladaría el caso a un nuevo nivel. Al parecer, lo que comenzó siendo una aventura amorosa terminó transformándose en un tema de política internacional que implicaría a varios medios de Estados Unidos y hasta la propia monarquía de Arabia Saudita.
Como supimos, Jeff Bezos se separó de su esposa MacKenzie en enero de este año. Fue un periódico sensacionalista llamado National Enquirer el que se encargó de difundir la historia de que el magnate le había sido infiel con la periodista Lauren Sánchez. Esto provocó que Bezos y el medio tuvieran un intercambio de críticas y hasta de amenazas.
El tema había quedado en ese punto hasta hace poco. Bezos no quería quedarse con los brazos cruzados y decidió acudir a uno de los consultores de seguridad más efectivos de Estados Unidos, Gavin De Becker. Su decisión no fue al azar, pues este hombre ha tenido un destacable recorrido por el FBI, la CIA y hasta en la presidencia de Ronald Reagan. Como si fuera poco, lo conoce hace más de 20 años.
Por eso le pidió a De Becker investigar cuáles eran los intereses implicados de publicar la historia. Un estudio extenso terminó llevando el caso al otro lado del mundo: según el consultor, Arabia Saudita estaría detrás de toda este escándalo. Así, lo que repasaremos a continuación será todo lo ocurrido según lo expuesto por De Becker en The Daily Beast:
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¿Qué había pasado hasta ahora?
En Enero el National Enquirer publicó una edición sobre la relación que tenían Jeff Bezos y Lauren Sánchez. Poco después se identificó a la persona a la que el medio le había pagado como fuente: Michael Sánchez. Este hombre no era nada más y nada menos que el hermano de la periodista. Si bien esto podía sonar lógico, parecía sospechoso que el periódico revelara su fuente con tanta facilidad. Parecía que se hubiera revelado el nombre a propósito.
Las sospechas aumentaron cuando la investigación arrojó que el National Enquirer ya sabía de la relación antes de contactar a Sánchez. El mismo sujeto fue quien confirmó que el medio lo contactó a él y no al revés. Debido a eso, Bezos había señalado que National Enquirer quería atacarlo bajo intereses políticos.
La respuesta no se hizo esperar y llegó de una forma bastante agresiva. En un blog, el creador de Amazon denunció que había recibido amenazas provenientes de AMI, la compañía dueña de National Enquirer. Según él mismo cuenta, recibió un comunicado en el que debía decir públicamente que lo escrito por el medio “no tuvo motivaciones políticas ni fue influenciado por fuerzas externas”. En caso de no cumplir con las exigencias, publicarían una serie de fotos íntimas de su aventura con Sánchez.
Fue inesperado el hecho de que Jeff Bezos hiciera pública la amenaza. El empresario dejó en claro que no iba a participar del chantaje a pesar del costo personal y la vergüenza a la que se puede enfrentar. Eso sí, le pidió a De Becker concluir cuanto antes con su investigación.
Hackeado desde el otro lado del mundo
Finalmente De Becker terminó con una conclusión a partir de lo obtenido por su compleja red de informantes:
Nuestros investigadores y varios expertos concluyeron con gran confianza que los saudíes tenían acceso al teléfono de Bezos y obtuvieron información privada. A partir de hoy, no está claro hasta qué punto, si alguno, AMI estaba al tanto de los detalles.
¿Por qué hicieron esto? Una de las razones sería por la relación de Jeff Bezos con The Washington Post. Al ser su accionista mayoritario, atacarlo a él sería de interés para alguien a quien no le convengan sus publicaciones.
Precisamente se sabe que desde octubre del año pasado, el medio ha estado investigando un polémico asesinato. Se trata de la muerte de Jamal Khashoggi, uno de los periodistas más críticos del gobierno del príncipe Mohammed Bin Salman de Arabia Saudita. El reportero fue asesinado y descuartizado en un consulado de Estambul.
Por otro lado, se sabe también que AMI tiene buenas relaciones con Mohammed Bin Salman. De hecho, desde el año pasado la compañía tiene un magacín propagandístico saudí llamado The New Kingdom. Con esto a Bezos y su equipo no les extraña que haya emprendido una campaña de desprestigio en su contra.
¿Cómo continuará esta historia? Veremos en los próximos días las consecuencias de esta revelación.
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