Hay una imagen mental que acompaña a toda mención de cierto fabricante de maquinaria de construcción: colores amarillo y gris oscuro, acero frío, lleno de tierra, y -en algunos casos- un par de botas con punta de fierro y tres letras grabadas al dorso. Ahora, y por si no lo conocías, esa misma marca creó un teléfono que parece diseñado para ese estereotipo de obrero o profesional de la construcción que ellos mismos han forjado con tanto esfuerzo. La buena noticia es que si no te gustan los zapatos de seguridad o jamás has tomado un martillo, éste teléfono también es capaz de hacerse un espacio en tu vida.
Desde ya, muchas gracias a nuestros amigos de ProMóvil por facilitarnos una unidad de prueba.
Especificaciones
- Pantalla de 4.7 pulgadas a 720×1080 pixeles
- Procesador Snapdragon 617 Octa-core
- 3 GB de RAM
- 32 GB de almacenamiento base, ampliables vía microSD
- Android 6.0 (sí, tiene Marshmallow)
- Cámara de 13 megapixeles, y frontal de 5 megapixeles
- Cámara térmica FLIR (¡Tiene cámara térmica!)
- Batería de 3800 mAh
- Resistencia IP68 al agua y al polvo y MIL-STD-810G, a la sal, la humedad, vibración, radiación solar y choque térmico
- Radio FM
A primera vista, el teléfono parece salido de otra era. Es sinceramente enorme: está lleno de botones físicos, su relación entre cuerpo y pantalla es bastante grande y tiene media pulgada de grosor, lo que lo convierte -probablemente- en el teléfono Android más ancho que existe hoy en el mercado. Aún así, es un teléfono cómodo gracias a sus bordes redondeados y su diseño super reforzado (rugged, en inglés), hecho a prueba de golpes, trizaduras y mucho, mucho daño. Se supone que es capaz de sobrevivir una caída de dos metros al concreto y estamos muy de acuerdo con todo el testing que tomó llegar a esa cifra, así que preferimos no dejarlo caer; sin embargo es cosa de mirarlo para darse cuenta que tiene todo el ADN de CAT: duro e indestructible.
En el apartado más líquido, es un teléfono capaz de sumergirse en agua a dos metros de profundidad por una hora, y por si eso no fuese suficiente para tus necesidades acuáticas, cuenta con dos switches mecánicos que lo sellan a presión y permiten otros tres metros más de profundidad (para un total de 5 metros). No nos cabe la menor duda que el uso de este feature está más pensado para usuarios extremos del espectro, pero si lo necesitas porque estás a punto de caerte al océano o a una piscina olímpica, lo tienes.
El gran punto de venta de este teléfono -y probablemente la gran razón por la que electricistas e ingenieros se lo están comprando- es su cámara térmica FLIR, que es capaz de tomar mediciones puntuales de temperatura y detectar diferencias sutiles y totalmente imperceptibles para el ojo humano. ¿Tienes un espacio en la casa por donde se cuela el frío? ¿Una cañería de gas con una fuga? ¿Una caldera funcionando mal? ¿Murciélagos en el techo y no los aprecias en la oscuridad? Es posible ver todo eso, y fotografiarlo: la cámara térmica funciona incluso en total ausencia de luz y toma la fotografía con ambas cámaras al mismo tiempo.
Por otro lado, el móvil cuenta con Android 6.0, lo que si bien está un poco atrasado para estos tiempos de Nougat, tiene dos ventajas: la versión del sistema operativo de Google es prácticamente stock y por lo tanto funciona bastante fluida, y tanto el sistema operativo como el tamaño de la pantalla, además de la batería te dan casi dos días de autonomía con carga completa y un uso casual.
Hasta éste momento -y tomando en cuenta lo extraordinario del equipo- debe haber una pregunta rondando: ¿Para quién diantres es este teléfono entonces? Si necesitas preguntarte aquello, y como dijo mi colega Sean O’Kane de The Verge, éste teléfono no es para ti. De todas maneras, en un mundo lleno de smartphones pensados para verse bonitos y no para ser tan específicamente funcionales o apelar a necesidades así de concretas, bien vale la pena tener una opción diferente.
En Chile, puedes encontrar el CAT S60 en ProMóvil, a CLP$508.900.
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