Kirón, es un emprendimiento chileno con foco en el desarrollo de soluciones tecnológicas inteligentes para ir en ayuda de personas con movilidad reducida en Chile y el continente Latinoamericano. En este marco, están buscnado ayuda para obtener fondos y construir primer exoesqueleto robótico de rehabilitación de Chile.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que cerca del 15% de la población mundial tiene alguna discapacidad física que limita sus desplazamientos. En Chile, esta cifra alcanza los 2.5 millones de personas (según el Censo del 2012) y para ir en ayuda de ellos, el emprendimiento busca apoyo económico para terminar de producir el primer exoesqueleto con fines de rehabilitación en la historia del país.
Según contaron en un informe, Kiron nació en el 2014, luego que Juan Pablo Rodríguez, David Bravo y Francisco Espinoza, vivieran diferentes experiencias como voluntarios de Teletón donde pudieron empaparse de una serie de situaciones y problemas que enfrentan diariamente las personas con movilidad reducida. Así, el objetivo era desarrollar -desde la tecnología- soluciones para ellos.
En el camino nació Get Up, una silla de ruedas que permite a las personas volver a ponerse de pie, y Activate la silla de ruedas made-in-Chile, más liviana y económica en su tipo, ideal para personas que, a pesar de vivir en una silla de ruedas, tienen el coraje para enfrentar las dificiles calles y accesos del país.
El impacto que han generado los productos Kirón,les ha permitido adjudicarse diversos galardones, como el premio nacional de innovación; el reconocimiento a emprendimiento sociales de la FEDIT, hitos que hoy los tienen ubicados dentro de las 10 empresas sociales de mayor impacto e innovación de Latinoamérica.
El primero exoesqueleto robótico de rehabilitación
En Kiron idearon Akiles, acrónimo para Asistente Kinésico para Locomoción Estimulada; su primer producto de uso clínico y entrada a las grandes ligas en cuanto a soluciones para personas con discapacidad. Este exoesqueleto robótico es una herramienta rehabilitadora de marcha humana, basado en principios de neurociencia que duplican el nivel de estimulación del paciente, lo que lo hará el doble de eficiente y con un valor 70% inferior a los elementos hoy existentes en el mercado.
Akiles tiene un costo de $120 millones debido a su manufactura, tecnología y objetivos. Ahí apareció el problema: Akiles requiere de fondos superiores a los empleados en su desarrollo para poder lograr una adecuada inserción en el mercado chileno y Latinoamericano. Hoy Kirón necesita $90 millones para finalizar su desarrollo, de los cuales ya ha levantado la mitad, gracias a la colaboración de familiares y amigos, pero aún resta conseguir $45 millones más para terminar el dispositivo.
Juan Pablo Rodríguez, su gerente general y cofundador, lo explicó de esta forma:
“Decidimos lanzar este crowdfunding -el que se extenderá hasta el 31 de enero de 2019- porque queremos que todos participen de esta solución única en el país y así poder ir en ayuda de más personas, sin que el dinero sea un impedimento. Es una forma de contribuir al desarrollo social y formar parte de un negocio que estamos seguros rendirá frutos, porque quienes cooperen, pasan a ser inversionistas o socios de Kirón”.
Segun dijeron, el monto mínimo de inversión es de $900.000, lo que equivale a 10 acciones por persona. ¿Triquiñuela, estafa piramidal o parecidos? Nada de eso, todo el proceso -con fecha máxima del próximo 31 de enero de 2019- es supervisado por un notario público, que considera la firma de un libro de accionistas, ronda de inversión y trámites legales adhoc, que incluye la firma de un documento de traspaso tras la transferencia de los fondos. Puedes apoyar la iniciativa contactándolos por su sitio o este correo.
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