Milo de León vive en Monterrey, Nuevo León, México. Esta ciudad se conoce por su triste homofobia, machismo y otras joyas de la corona; no es un secreto que no es fácil ser homosexual en el norte de México. Esto lo vivió en carne propia el joven que se dirigía a un show de drag queens en Uber.
View this post on InstagramA post shared by MiloDeLeon (@milodleon) on Dec 9, 2018 at 10:45pm PST
“Yo no llevo jotos”, dijo el conductor de Uber
La empresa de transporte siempre se ha jactado por los análisis que se le hacen a los conductores antes de ser aceptados en la plataforma. Aunque por desgracia, en ocasiones algunas actitudes se escapan a estos. Milo denunció en la revista “Homosensual” su historia de discriminación.
Pidió el servicio de Uber y cuando el conductor se dio cuenta de que quien iba a abordar no era una mujer; sino un hombre disfrazado de drag queen, le negó el servicio prepotentemente. La frase con la que lo hizo fue tan tajante como un reflejo claro de la homofobia: “Yo no llevo jotos”.
Eso sí: según la historia de Milo; antes de arrancarse, el conductor le deseó que Cristo lo salvara. ¿De qué? No lo sabemos. Quizá de la discriminación que acababa de vivir.
Todo esto sucedió en pleno mes del orgullo LGBT; cuando la app de transporte tiene como decoración el arcoíris de la comunidad gay. Por suerte; Uber aseguró en redes sociales que investigarán qué fue lo que sucedió.
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