Yutu-2, el vehículo de exploración lunar de China que aterrizó hace unos meses en la superficie selenita, ya tiene sus primeros resultados. El rover asiático, explorando en el lado de la Luna que no vemos desde nuestro planeta, encontró minerales que pertenecen al manto lunar y podrían darnos pistas sobre su formación, según informa un estudio de la revista Nature.
La misión china comenzó en el crater Von Kármán, una de las estructuras de impacto más grandes en el Sistema Solar. Si hay pistas sobre lo que está debajo de la superficie de la luna, tiene que ser ahí: en la exploración del cráter, Yutu-2 encontró olivino y piroxeno, lo que corresponde a las predicciones del contenido del manto lunar superior.
Los científicos tienen una teoría: la corteza y el manto son de composición muy diferente debido a que un océano de magma lunar se enfrió y solidificó. Sin embargo, lo que se sabe hasta el momento sobre la composición interna de la luna es, por decirlo menos, especulativo: se basa en las muestras traídas a la tierra por las misiones Apolo, todas en la cara visible o cercana del satélite.
El rover lunar está analizando las aparentes muestras de manto con un espectómetro de masa que no está lejos de un falso positivo. Un grupo de científicos advierte que el estudio bien puede llevar a conclusiones erradas ya que el rover puede estar confundiendo vidrio volcánico o minerales del impacto que creó el cráter Von Kármán en primer lugar.
Independiente de aquello, la agencia espacial china sigue estudiando estas muestras para entender su origen, y también determinar su potencial para traerlas de vuelta a la Tierra y estudiarlas más a fondo.
Lo importante es que el logro es un nuevo capítulo en la exploración espacial mundial, y es la primera vez que una agencia que no es la NASA haciendo un descubrimiento lunar así de importante.
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