En el conocido Cuerno de África existe una región llamada la Depresión o Triángulo de Afar. Dicha zona atraviesa los países de Eritrea, Etiopía y Yubuti, y alberga el Desierto de Danakil. Este lugar enfrenta condiciones tan duras y extremas para la vida, que se dice que su etnia local, el pueblo afar, tiene una resistencia natural para soportar el calor. En este desierto se encuentra un punto específico muy llamativo conocido como Dallol.
Dallol es nada más y nada menos que un cráter volcánico ubicado en medio del desierto. Sus características son muy particulares, pues Danakil está a unos 150 metros por debajo del nivel del mar. Esto no evita que se vivan aquí condiciones realmente extremas. Tan solo es darse cuenta de su temperatura, pues el ambiente a sus alrededores asciende a más de 50 ºC.
Este hecho está relacionado a las condiciones geológicas de la zona. En Dallol la corteza terrestre tiene un grosor de solo 15 kilómetros. Esto provoca que debajo suyo se encuentre lava a una distancia de solo 3 o 5 kilómetros. Estas características llevan a la presencia de numerosas piscinas y chimeneas que contienen agua a una temperatura cercana a los 100 ºC. Como si fuera poco, la acidez de este lugar es tal, que está por fuera de la escala común de Ph.
Con tanto calor, acidez, salinidad y vulcanismo se pensaba que la existencia de vida en Dallol era imposible. Sin embargo, un estudio reciente publicado Nature deja evidencia de lo contrario. Al parecer sí existen seres capaces de sobrevivir estas condiciones extremas.
Vida a temperaturas infernales
Desde 2017 un grupo de investigadores del Centro de Astrobiología de España (CAB) estuvo reuniendo muestras de géiseres presentes en la zona. En un momento encontraron estructuras esféricas en donde se había formado una caparazón de minerales. Los científicos realizaron análisis para determinar la presencia de ADN en las muestras para ver si había actividad biológica. El hallazgo terminó siendo sorprendente y satisfactorio.
Efectivamente los investigadores dieron con dos especies de microorganismos de bacterias y arqueas. Una de las especies hace parte del grupo de nanohaloarqueas, organismos hasta tres veces más pequeños que otras bacterias. En otras palabras, hablamos de tamaños de no más de 50 nanómetros. Todos estos seres estaban ocultos bajo capas de minerales.
Siendo así, esta es la primera vez que se descubre la presencia de vida en un lugar como Dallol. Tampoco es de extrañarse que hasta ahora se sepa esto, pues la primera vez que se habló de las nanohaloarqueas fue en 2012, y se supo que eran abundantes en ambientes hipersalinos.
¿De qué nos sirve saber esto? Para los científicos, este descubrimiento proporciona dos datos importantes. El primero es que le da fuerza la hipótesis de que la vida en nuestro planeta inició alrededor de chimeneas hidrotermales submarinas donde se generaron los primeros microorganismos. La otra, es que servirá de precedente para ver si se puede encontrar vida en Marte.
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