Los juegos de karts tienen una suerte de ventaja respecto a la mayoría de los otros géneros: hasta los más antiguos han envejecido bien porque el modelo base se mantiene intacto. Dejando Super Mario Kart de lado por ser en 2D y de otra era, desde Mario Kart 64 en adelante el modelo no cambió mucho pese a que -obviamente- hay juegos mejores y otros peores.
Dicho lo anterior, esta remasterización de Crash Team Racing (ahora subtitulada Nitro-Fueled) parte con la ventaja de no tener que hacer demasiados retoques al sistema de juego para estar al día de lo que son hoy los juegos de karts. Quienes hayan jugado el original sentirán todo muy familiar: las pistas, los personajes y los power-ups son básicamente un calco del original, ahora con una presentación mucho más atractiva.
Y aquí es donde llega la primera sorpresa (que quizás se veía venir de antemano): el juego se ve muy bien y todo pero, al menos en la versión de demostración que existe a seis meses de su lanzamiento final, el juego corre a 30 cuadros por segundo. Okey, el original Crash Team Racing también corría a ese framerate porque en su momento era lo que se podía alcanzar y apenas. Hoy, esa limitación parece un poco menos “aceptable” aquello porque, bueno, existe Mario Kart.
De hecho, los juegos de carrera son los que más beneficiados terminan por esto de los 60 cuadros por segundo. No solo porque el control es más preciso, sino porque la suavidad de movimientos en un juego de alta velocidad termina siendo mucho más cómodo para la vista.
Esto no quiere decir que el nuevo Crash Team Racing Nitro-Fueled no tenga a chances de tener éxito, sino al contrario. Me atrevería a decir que será un excelente party game que ataca dos espacios: primero, el de la nostalgia de Crash y la primera PlayStation. Activision sabe esto muy bien y no por nada la anterior remasterización de los Crash de plataformas fue exitosa.
Y segundo, y tal vez más importante, es que los juegos de karts no abundan. Quienes tengan una consola de Nintendo siempre tendrán un Mario Kart a mano, ¿pero y los demás? Con excepción de los juegos de Sonic (que son buenos), no hay demasiado entre lo que elegir. Así las cosas, el nuevo Crash Team Racing atacará ese nicho usando todos los elementos que pueden hacer triunfar a un juego de karts: personajes variados y con diferentes estilos de manejo, un sistema de manejo y control al menos aceptable, pistas llamativas con sus gimmicks propios, muchos objetos a recoger en el escenario y por supuesto, caos. El caos de ir en primer lugar y pasar a octavo en tres tiempos porque todo el resto decidió atacar al mismo objetivo.
El rato que estuve jugando esta versión de Crash Team Racing me dejó un poco contrariado. Me imagino que para quien fue niño o adolescente en los 90 y creció con PlayStation y este juego, volver a verlo en consolas actuales y con una presentación más brillante y pulida será un ataque brutal de nostalgia y todos sabemos lo que pesa la nostalgia en videojuegos. Además, permite cooperativo en pantalla partida para dos jugadores y tendrá modos en linea. Party game en toda su expresión.
Pero por mi parte, y sin las ataduras esas de “el pasado siempre fue mejor”, me cuesta aceptar un juego de karts con estética cartoon corriendo a 30 cuadros por segundo en consolas como las actuales, que están absolutamente capacitadas para más. Crash Team Racing Nitro-Fueled saldrá a mediados de año en Xbox One, PS4 y Nintendo Switch y me atrevo a decir desde ya que, sobre todo en esa última consola, las comparaciones con Mario Kart 8 Deluxe serán totalmente odiosas.
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