La nave espacial de la NASA, Juno, envío impresionantes imágenes sobre los fenómenos de turbulencias, corrientes de aire, los ciclones polares y la composición interior de las bandas del planeta Júpiter.
En un estudio sin precedentes, la misión Juno hizo nuevos hallazgos basándose en mediciones gravitacionales de alta precisión que muestran que las icónicas bandas a rayas del planeta son causadas por vientos muy fuertes que se extienden a una profundidad de unos 3.000 km por debajo de la superficie.
Esto además demostró que Júpiter, cuya composición es una mezcla densa de hidrógeno y hielo gaseoso, gira internamente como un cuerpo sólido en un 96% de su corteza.
Los hallazgos en detalle de Juno en Júpiter
Todos los hallazgos fueron publicados en la revista Nature “que describen el campo gravitatorio del planeta (sorprendentemente asimétrico), los flujos atmosféricos, la composición interior y los ciclones polares”.
Así se demostró que las bandas de Júpiter, causadas por corrientes de aire que son cinco veces más fuertes que los huracanes más poderosos en la Tierra, forman parte de un sistema de convección (transferencia de calor) profundamente arraigado.
El último trabajo sugiere que en Júpiter la cifra del tamaño de su atmósfera está más cerca del 1%.
“El concepto de que una atmósfera puede ser tan pesada y contener gran parte del planeta es sorprendente”, dijo Yohai Kaspi, un científico planetario del Instituto de Ciencia Weizmann en Israel.
En Nature además se describe que, si se hiciera “un viaje imaginario desde el exterior al centro, uno primero se encontraría con una capa de nubes de 99% de hidrógeno y helio, con trazas de metano y amoniaco. La densidad en la superficie es aproximadamente 10 veces menor que la del aire, pero el gas se vuelve más denso hacia el centro del planeta. Aproximadamente al 10% hacia el centro, el gas se vuelve tan denso que el hidrógeno se ioniza y se convierte en un gas hidrógeno metálico que se aproxima a la densidad del agua. Alrededor del 20% hacia el centro, el helio se condensa en forma de lluvia. Y en el interior profundo, donde las presiones son aproximadamente 10 millones de veces más altas que en la superficie de la Tierra, los científicos creen que el gas existe como una densa sopa salpicada de rocas de metal pesado”.
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