Entre toda la gama de dispositivos de hardware de Google, los Pixel Buds también captaron nuestra atención. No solo porque es la primera aventura de Google en este campo, sino también por el concepto y la forma en que estos interactúan con el Google Pixel 2.
En la zona de experiencia pudimos usarlos y la experiencia no fue tan buena. En términos de diseño los Pixel Buds se sienten poco ergonómicos. El cuerpo es grande y la forma del auricular no se adapta a todos los oídos.
El borde exterior cuenta con un sensor que acepta gestos. Con ellos puedes activar el reproductor de música , aumentar o disminuir el volumen y activar el asistente de Google. No pudimos conocer si la potencia era suficiente ya que el volumen era demasiado bajo y no había modo de subirlo.
Las condiciones de ruido y red inalámbrica no fueron las adecuadas, por lo que la demo de traducción tampoco funcionó. Aquí vale la pena mencionar que para poder usar esta función es necesario estar conectado a internet y tener un dispositivo de la serie Pixel.
Los Pixel Buds tienen una batería que dura hasta cinco horas y al guardarlos en el estuche pueden cargarse nuevamente de manera inalámbrica. De acuerdo a la persona que estaba en el booth explicando las bondades del dispositivo, un estuche permite realizar hasta cuatro cargas completas.
A primera vista, se agradece la intención de Google de lanzar unos nuevos audífonos. Sin embargo, también queda la sensación de que harán falta una o varias revisiones e iteraciones en diseño para llegar a una versión más cómoda o con mayor ergonomía.
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