Este martes y miércoles se llevó a cabo la primera versión del Blockchain Summit Latam 2018 en Santiago de Chile. Durante la ocasión se presentó el experto norteamericano en blockchain y representante de Placeholder Ventures, Chris Burniske, junto a Eduardo Lemp, de ConsenSys, y otros actores, quienes abordaron el status quo de esta tecnología.
Según Burniske la tecnología blockchain y las posibilidades que entrega, comprende diversas áreas. En términos generales, los criptoactivos involucran a las criptomonedas, los criptocommodities, los criptotokens y los denominados “criptocoleccionables”. Para Burniske, en materia económica, es importante considerar todas estas variables.
Aunque las criptomonedas son lo más conocido, en el caso de los criptocommodities, la valorización se puede extender a múltiples áreas. Así mismo, los criptotokens ofrecen servicios a clientes usualmente entornos reducidos y los “criptocoleccionables” (como CryptoKitties y otros para comprar tarjetas), podrían aportar más allá de lo banal y, por ejemplo, inspirar sistemas de reputación.
Por otra parte, para el representante de Placeholder Ventures, estas redes son fundamentales para la economía del futuro. “Hacer que las redes descentralizadas sean villanas es un error. Tenemos una nueva forma de activo para incentivar la actividad humana. No hay razón para pensar que esto no evolucionará en el tiempo”, dijo.
Por su parte, el chileno Eduardo Lemp, de ConsenSys, habló sobre los usos potenciales de blockchain en Latinoamérica, mencionando que las innovaciones disruptivas en la materia son cada vez más frecuentes. En todo caso, no dejó de ser crítico en su exposición:
Todo esto es una burbuja. La diferencia es que es una burbuja que promueve la innovación. Se produce un avance en temas de usos. El blockchain es una tecnología fundacional que tiene valor en sí misma porque es full distribuida, inmutable, segura, imparable, transparente y a prueba de falsificación.
Lemp también destacó las iniciativas comunitarias en materia de blockchain, como Godzilion; Kleros, en temas de jurisdicción; la iniciativa argentina Bitcoineta; Qubistry, para gestionar elecciones populares con blockchain; o Kawin, una comunidad chilena de criptomonedas. “Hay que socializar la creación de valor. Eso se puede hacer en lo que podría llamarse una cooperativa. Se traspasa valor entre los que pertenecen”, dijo el experto, alentando a la creación de proyectos que involucren la tecnología.
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