Este martes 29 de mayo la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras sacó un nuevo comunicado donde indica que sigue monitoreando muy de cerca la caída del Banco de Chile y el posible virus “internacional” que dejó a la entidad sin servicios durante los días 24 y 25 de mayo.
La SBIF no descartó que la institución pierda puestos en los sistemas de gestión y solvencia y aseguró que perseguirá las medidas correctivas por el problema.
En relación con la falla registrada en los servicios entregados por el Banco de Chile originada en el ataque de un virus informático el pasado jueves 24 de mayo, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) informa que ha continuado con su monitoreo de la situación de la entidad, con el objetivo de revisar la magnitud de ésta, como también su impacto en clientes, así como, las acciones que ha desarrollado el Banco para enfrentar este problema.
El trabajo desarrollado por la Superintendencia desde la ocurrencia de este incidente, se relaciona con actividades que buscan entender su alcance, el riesgo de que esta situación se vuelva a repetir en el mismo Banco o en otros, y en las acciones correctivas que se tienen que aplicar localmente y en la industria.
Se puede informar que este organismo continuará monitoreando permanentemente la situación del Banco de Chile, con foco en la gestión de los riesgos operacionales.
La SBIF cuenta en su cuerpo normativo con una serie de normas que se refieren a la revisión y evaluación del riesgo operacional, incluyendo la que obliga a cada institución a dar cuenta de los incidentes relacionados con ciberseguridad y la continuidad operacional. Este tipo de revisiones finalmente inciden en la clasificación de gestión y solvencia que realiza la Superintendencia respecto de cada Banco.
Por otro lado, la SBIF reportó que desde marzo de 2015 a mayo de 2018 se han reportado 237 incidentes de este tipo en entidades bancarias, con diversos motivos que detallaron en la siguiente lámina.
Dichos incidentes se han ocasionado por causas como infraestructura tecnológica, infraestructura física, desastres naturales, procesos, seguridad de la información y ausencia de personal.
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